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miércoles, febrero 20

El General, Nuestra Señora y la Batalla de los Escapularios.


A 200 años de la Batalla de Salta, un par de anotaciones que no se van a tener en cuenta en las recordaciones oficiales…



por el p. Guillermo Furlong, S J ***



(…) Consigna el General Paz en sus tan celebradas “Memorias”:

(…)

“Cuando se trató de mover el ejército para buscar al enemigo en Salta, se hizo por cuerpos, los que después se reunieron en tiempo y oportunidad. Luego que el batallón o regimiento salía de su cuartel, se le conducía a la calle en que está situado el templo de la Merced. En su atrio estaba ya preparada una mesa vestida, con la imagen, a cuyo frente formaba el cuerpo que iba a emprender la marcha; entonces sacaban muchos cientos de escapularios, en bandejas, que se distribuían a jefes, oficiales y tropa, los que colocaban sobre el uniforme y divisas militares”.

“Es admirable que estos escapularios se conservasen intactos, después de cien leguas de marcha, en la estación lluviosa, y nada es tan cierto, como el que en la acción de Salta, sin precedente orden y sólo por un convenio tácito y general, los escapularios vinieron a ser una divisa de guerra: si alguno los había perdido, tuvo buen cuidado de ponerse otros, porque hubiera sido peligroso andar sin ellos”.

El 20 de febrero se libró la sangrienta batalla de Salta, no menos gloriosa que la del “Campo de las Carreras”. Aún resonaban los cañonazos, y escribía Belgrano a Rivadavia estas líneas:

“El Dios de los ejércitos nos ha echado su bendición; la causa de nuestra libertad e independencia se ha asegurado”.

El Cabildo de Buenos Aires le obsequió con un valioso regalo, que fue acompañado de un oficio lleno de elogios en memoria del triunfo de Salta, oficio que fue contestado en términos tan agradecidos y tan nobles que constituyen todo un elogio del no menos valiente que humilde servidor de la Patria. Copiamos un párrafo pertinente a la religiosidad de su autor:

“conozco –escribía Belgrano- que mi mérito es ninguno para la atención con que V. E. me favorece. La victoria del veinte próximo pasado no es debida a mí, sino a la protección visible del cielo, y al imponderable valor de mis compañeros de armas”.

Esta carta de Belgrano lleva fecha de 31 de marzo de 1813. Dos meses más tarde, el 3 de mayo, escribía otra al Cabildo de Luján, llena de devoción y agradecimiento a Nuestra Señora.

“Remito a Usía –escribe el piadoso general- dos banderas de división, que en la acción del 20 de febrero, se arrancaron de las manos de los enemigos, a fin de que sirva presentarlas a los pies de Nuestra Señora, a nombre del Ejército de mi mando, en el Templo de ésa, para que se haga notorio el reconocimiento en que mis hermanos de armas y yo estamos a los beneficios que el Todopoderoso nos ha dispensado por su mediación y exciten con su vista la devoción a los fieles para que siga concediéndonos sus gracias.

Así escribía el general Belgrano, así obtenía sus victorias, y de esa manera tan sencilla, agradecía los favores que obtenía del cielo, por intercesión de su Reina, la Santísima Virgen.

*** Furlong, Guillermo: Belgrano, el Santo de la espada y de la pluma. Bs. As, Club de Lectores, 1974, pp. 43-44.

Lo que dijo Belgrano, el Vicepresidente y el Arzobispo.


A propósito del Bicentenario de la  Batalla de Salta. Leyendo TELAM, para que no se enoje el oficialismo.

1º Acto: Lo que dijo Belgrano.



“El Dios de los ejércitos nos ha echado su bendición; la causa de nuestra libertad e independencia se ha asegurado”.

“conozco que mi mérito es ninguno para la atención con que V. E. me favorece. La victoria del veinte próximo pasado no es debida a mí, sino a la protección visible del cielo, y al imponderable valor de mis compañeros de armas”.

“Remito a Usía –escribe el piadoso general- dos banderas de división, que en la acción del 20 de febrero, se arrancaron de las manos de los enemigos, a fin de que sirva presentarlas a los pies de Nuestra Señora, a nombre del Ejército de mi mando, en el Templo de ésa, para que se haga notorio el reconocimiento en que mis hermanos de armas y yo estamos a los beneficios que el Todopoderoso nos ha dispensado por su mediación y exciten con su vista la devoción a los fieles para que siga concediéndonos sus gracias.

2º Acto: Lo que dijo el Vicepresidente.



"¿Cómo no recordar que con el nuevo colonialismo nos decían que negociáramos para que nos devuelvan la fragata Libertad y Cristina dijo "no" y hoy tenemos la soberanía y la ley de nuestro lado".

El vicepresidente, que enumeró en su discurso varias de las medidas tomadas por la gestión de Cristina Fernández de Kirchner como la Asignación Universal por Hijo y la recuperación de YPF,  declaró que la Argentina "no se va a arrodillar" y que gracias a esa actitud se recuperó la fragata "para todos los argentinos".

Boudou expresó que recordar la batalla de Salta "enseña que lo que falta lo vamos a hacer todos juntos (wtf?!), los 40 millones argentinos, los que pensamos igual y los que piensan distinto pero también con los hermanos latinoamericanos".

El vicepresidente encabezó hoy el acto central en el que se conmemoró el bicentenario de la histórica batalla de Salta comandada por Manuel Belgrano donde, aseguró, "empezaron a definirse la nacionalidad argentina y los límites de la Nación" (doble wtf?!).

3º Acto: Lo que dijo el Arzobispo.



El arzobispo destacó "el carácter solemne de una jornada histórica que nos envuelve" y agregó: "hemos contemplado en el ondear de nuestra bandera y en el gesto de su creador y vencedor en Salta su amor magnánimo por la Patria grande, por la persona humana".

Durante la homilía, Cargnello destacó el rol de la mujer en la batalla de Salta y rescató dos gestos importantes de la gesta que se recuerda hoy: "en esta batalla fue enarbolada por primera vez la bandera argentina, como símbolo de victoria y unidad; y la magnanimidad del general Manuel Belgrano".

4º. Colofón, y pregunta existencial.

¿Cada uno en lo suyo, no le parece estimado lector?

Boudou con Cristina.

El Arzobispo con la religión democrática.

Y Belgrano, con Dios y con la Patria.

¿Y usted estimado lector? 


Optimismo.


"La economía creció, pero más lento"


Genial, lentamente genial.

sábado, febrero 16

Facundo.




yo estoy resuelto con ánimo inalterable a rendir el tributo de mi existencia antes que ver triunfar la impiedad


“¿Qué recelo puedo tener al poder, del titulado presidente, ni de cuantos conspiran en mi contra para hacerme desaparecer de sobre la tierra, y hacerse campo a la realización del inicuo proyecto de esclavizar las provincias y hacerlas gemir ligadas al carro de Rivadavia, para de este modo fácilmente enajenar el país en general y hacer también desaparecer la religión de Jesucristo, que igualmente es a donde se dirigen los esfuerzos del titulado presidente y sus secuaces? O de no ¿qué quiere decir esa tolerancia de cultos sin necesidad y esa extinción de los regulares? Pero acaso se dirá que esto no es minar por los cimientos el edificio grande que tanto costó al Salvador del mundo. ¡Ah! Cuan miserablemente se engañan, sin acordarse de que la Iglesia está afianzada en la palabra inmoble del todo poderoso, que a no ser así, siglos ha que hubiera sucumbido, al golpe de las persecuciones que ha tenido que sufrir; aunque bien puede ser que se llegue a extinguir en América por desgracia nuestra, y emigre a otros países pues su Patria es todo el mundo. Sea de ello lo que Dios disponga: yo estoy resuelto con ánimo inalterable a rendir el tributo de mi existencia antes que ver triunfar la impiedad, y aun me atrevo a prometerme que no ha de suceder así, porque estoy persuadido, que, con el brazo más débil, Dios tiene bastante para castigar la soberbia de los que no le aman como deben”

Enero 28 de 1827

estoy persuadido, que, con el brazo más débil, Dios tiene bastante para castigar la soberbia de los que no le aman como deben




facundo

178º Aniversario †

Requiem aeterna, dona eis Domine

Perspectivas.


jueves, febrero 14

Proclama.


A los varones de la Patria

en el

Día de San Valentín

Queridos amigos:

¡Bravos camaradas!

Mis condolencias a todos por tener que soportar este día nefasto, feminoide y sensiblero para los varones de la Patria.

Tengan particular entereza y no se dejen arrastrar por la vorágine acaramelada que hoy empuja todo hacía formas melosas y amariconadas que lo pueden hasta emputecer enloquecer a uno por el sólo hecho de tratar de agradar su respectiva  o pretendida novia u esposa, o simplemente por salir a la calle desprevenido.

Que Dios los ampare y les infunda el vigor necesario para mantenerse firmes sin perder las firmes virtudes de la hombría católica y argentina, como las encarnadas por el Apóstol San Pablo, que a los afeminados los enviaba redondamente a la mier…  al infierno.

Y para envalentonarnos en tan difícil iniciativa, propongo que en algún momento del día, además de realizar alguna mortificación física y las consabidas oraciones para pedir la pureza, escuchemos las canciones que les dejo en los enlaces que coloco más abajo, acompañado de un trago fuerte y alguna comida picante.

Les dejo un abrazo…

¡Que Dios nos asista!

¡Que viva la Santa Confederación y mueran los malditos y salvajes unitarios!



Indecentes, vulgares y estúpidos.


Genial retrato de los periodistas y mejor que mejor la conclusión del articulista.

Dedicado al imbécil de Majul, que ahora se las sabe todas sobre el Papa.

Todo un hallazgo en Infobae... Subrayados nuestros.

Un actor se indignó porque le pidieron que opinara sobre el Papa.



En momentos en que todo el mundo se expresó sobre la renuncia de Benedicto XVI y su posible sucesor, la reacción de Michel Piccoli, el francés que interpretó a un pontífice "reticente" en Habemus Papam, de Nanni Moretti, resultó refrescante.

En el pequeño artículo del diario italiano La Stampa firmado por Alberto Mattioli, corresponsal en París, hay una sola frase entre comillas del célebre actor francés Michel Piccoli (La Comilona, El discreto encanto de la burguesía, Las cosas de la vida), quien en el citado film del año 2011 –una sátira sobre un cónclave papal– encarnó a un Papa inestable, necesitado de un psicólogo y propenso a escaparse del Vaticano para airearse más allá de los muros de la Santa Sede.

Por el caracter y la brevedad de la respuesta de Michel Piccoli, todo lleva a suponer que efectivamente fue lo único que dijo: "Oiga, encuentro indecente, vulgar y estúpida la sola idea de comentar la noticia. No soy el Papa, lo único que hice fue interpretar un personaje. Por lo tanto, dado que siento respeto por él y también por mí y por mi profesión, me niego a hacer comentarios".

Un sentido común que contrasta fuertemente con la tendencia actual a consultar sobre los temas más diversos –política, economía, sociedad, etc.– a personas que son totalmente ignorantes en lo que hace a la materia en cuestión y a las que la fama –ganada en el terreno artístico– parece acreditar para opinar respecto a cualquier tópico.

martes, febrero 12

Tres notas sobre la Asamblea del año XIII.

Convocada para declarar la independencia y dictar una constitución, no pudo hacer ni lo uno ni lo otro.







Primera nota:

Obra de la Asamblea General Constituyente.

 por José María Rosa ***

Convocada para declarar la independencia y dictar una constitución, no pudo hacer ni lo uno ni lo otro. Pero de alguna manera debería satisfacer la expectativa pública y dar largas a la ansiedad de independencia mientras los diplomáticos buscaban por Europa la reconciliación con Fernando VII o en su defecto el protectorado de cualquier país que garantizase a la clase gobernante contra una reacción popular.

La obra de la Asamblea fue para la propaganda interior. Dio, como si fueran de su inspiración, leyes sancionadas por los constituyentes de Cádiz; dio un escudo, un himno y un día de fiesta nacional (aunque con prudencia los llamó sello, canción patriótica y día cívico), tomándolos de lo proyectado por el anterior Triunvirato en su momento de euforia independentista. Habló mucho de libertad y dictó leyes liberales que nunca se aplicaron porque desde el 27 de marzo debió gobernarse con el decreto de seguridad individual suspendido, y desde el 8 de septiembre se concedió prácticamente la suma del poder público al Ejecutivo.

En la vieja sala del Consulado, donde se oyeron los “recitados” fogosos de la Sociedad Patriótica, se reunió en silencio la Asamblea del año XIII. Pocos debates y muchas leyes, porque los proyectos ya habían sido estudiados en el recato de la Logia, y en el recinto se venía a darles sanción y no a discutirlas. Sin embargo, fuera del salón de sesiones se armaba un tremendo bullicio sobre lo votado; porque debía entretenerse a la multitud que quería la independencia, hasta que el tiempo venciese todo y se llegase al arreglo con España buscado por Inglaterra. Gervasio Antonio de Posadas, director supremo el 15 de diciembre de 1814, lo explica en carta a Fernando VII, ya vuelto a su trono: “Los pueblos enviaron sus diputados y formada una Asamblea numerosa en esta Capital… dictó aquellos decretos que estimó conducentes a contener el desenfreno de la multitud y conservar el orden en cualquier circunstancia… Felizmente... se ha rectificado la opinión… a Vuestra Majestad toca acelerar este momento venturoso con un rasgo de aquella generosidad heroica que distingue a los herederos del trono de Carlos V…” (Archivo General de la Nación S. 1; Aº 2. Al, nº 3; misión Rivadavia-Belgrano de 1814).

*** Rosa, José María: Historia Argentina. Tomo III, Capítulo I, pp. 19 y 20.

Miércoles de Ceniza.


Entremos con gusto en el espíritu de penitencia desde el primer día de esta santa Cuaresma.

Todos los santos han hecho penitencia, y nosotros ¿con qué derecho nos dispensaríamos de ella?



por el Padre Andrés Hamón ***

Meditaremos cómo la ceremonia de la Ceniza nos convida a santificar la Cuaresma; 1º por la penitencia y la mortificación; 2º por el pensamiento de la muerte. – Tomaremos en seguida la resolución: 1º de abrazar con gusto las mortificaciones propias de este santo tiempo, el ayuno y la abstinencia, con todas las cruces que la Providencia quiera mandarnos.; 2º de acostumbrarnos a hacer bien todas estas cosas conforme a las palabras de San Bernardo: Si tuvieses ahora que morir ¿harías esto o aquello?

Meditación.

Adoremos la bondad de Dios, que inspiró a la Iglesia la ceremonia de la Ceniza, para enseñarnos las disposiciones piadosas con que debemos pasar el santo tiempo de Cuaresma. Agradezcámosle tan sabia instrucción y roguémosle que nos la haga comprender y poner en práctica.

Punto Primero

La ceremonia de la Ceniza nos predica la penitencia y la mortificación.

Desde los tiempos más antiguos, la ceniza puesta en la cabeza ha sido un emblema de penitencia y de dolor. Job, doliéndose de haber defendido la causa de su inocencia en un lenguaje algo menos mesurado, exclamó: ¡Me acuso, señor, y hago penitencia de mi falta en el polvo y en la ceniza! (Job, XLII, 6). En penitencia del robo sacrílego cometido por Acán en la toma de Jericó, Josué y los ancianos israelitas se cubrieron la cabeza de ceniza (Jos., VII, 6). Más tarde, Judit, Ester, Mardoqueo y Judas Macabeo emplearon este medio para aplacar la ira del cielo. Jeremías y todos los profetas aconsejaron esta práctica a los judíos castigados por Dios (Jer., XXV, 34). En fin, nuestro Señor Jesucristo presentó la ceniza como un símbolo de penitencia cuando dijo que, si los habitantes de Tiro y de Sidón hubiesen visto los milagros obrados por El en el seno de la Judea, habrían hecho penitencia con el cilicio y la ceniza (Matth., XI, 21). Eso es lo que explica por qué la Iglesia primitiva distinguía por la ceniza a los penitentes, de los fieles, y el primer día de la Cuaresma cubría la cabeza de todos sus hijos, sin distinción ninguna, por la razón de que todo cristiano, como dice Tertuliano, ha nacido para vivir en la penitencia. La ceremonia de la Ceniza es como un sello que nos lleva a la penitencia, de tal manera que recibir la ceniza en la cabeza sin tener la contrición en el corazón, es aparentar un sentimiento que no se tiene, es una hipocresía. Entremos con gusto en el espíritu de penitencia desde el primer día de esta santa Cuaresma. El interés de nuestra salvación lo exige; Jesucristo lo declara formalmente con estas palabras: Si no hiciereis penitencia, todos igualmente pereceréis (Luc., XIII, 5): y nos lo enseñó aún mejor con su ejemplo, porque toda su vida no fue sino una penitencia continua. Todos los santos, a su imitación, han hecho penitencia, y nosotros ¿con qué derecho nos dispensaríamos de ella? Hemos pecado mucho, y todo pecado, aunque perdonado, exige penitencia. Tenemos pasiones que vencer, tentaciones que combatir, y la penitencia es el preservativo más seguro contra las unas y las otras. Interroguemos aquí nuestra conciencia: ¿tenemos el espíritu de penitencia que reclama el santo tiempo de Cuaresma?

Punto Segundo

La ceremonia de la Ceniza nos trae a la memoria el pensamiento de la muerte.

¡Mortales, nos dice hoy la Iglesia, acordaos que sois polvo y que en polvo os convertiréis!” El cristiano que oye estas palabras a los pies del altar, se presenta allí como la víctima que, sometida al fallo, viene a ofrecerse para ser, cunado quiera el soberano Árbitro de la vida y de la muerte, reducida a ceniza y sacrificada a su gloria. Por este acto parece decirle a Dios: “Señor, vengo a cumplir en espíritu lo que acabaréis en realidad. Habéis resuelto, en castigo de mis pecados, reducirme un día a ceniza. Vengo pues yo mismo a hacer el ensayo, porque desde hoy preveo el fallo de vuestra justicia y lo ejecuto”. La Iglesia, haciéndonos principiar la santa Cuaresma por esta aceptación solemne de la muerte, por el gran sacrificio de todo lo que tenemos y de todo lo que somos, nos da a entender que mira el pensamiento de la muerte como lo más a propósito para hacernos pasar santamente la Cuaresma, es decir, en el alejamiento del mal, en la práctica de la penitencia y de todas las virtudes. En efecto, ¿quién puede pensar seriamente en la muerte y no estar siempre pronto para comparecer delante de Dios, y no velar sobre sus acciones y sus palabras, y no mortificarse para expiar sus faltas pasadas y satisfacer a la justicia divina, y no multiplicar sus buenas obras y acrecentar sus méritos (Gál., VI, 10), y no desprenderse de todo lo que puede durar tan poco y tener presentes a cada momento las palabras de San Bernardo: Si muriera después de esta Confesión, ¿cómo lo haría? después de esta Comunión, ¿cómo me dispondría? después de esta conversación, ¿cómo hablaría? al fin de esta semana, de este mes, ¿cómo me conduciría? Pidamos a Dios nos haga comprender bien esta lección de la muerte y deducir las consecuencias prácticas, propias para la santificación de la Cuaresma.

*** P. Andrés HAMÓN: Meditaciones para uso del clero y de los fieles para todos los días del año. Bs. As., Guadalupe, 1962, 2º Edición, Tomo I, pp. 482-485.

Una cosa no quita la otra.

Digo, que Astiz (piense el lector lo que quiera de este personaje) haga estas declaraciones que menciona Clarín, no quitan que tenga su parte de verdad...


Los subrayados con verde son maliciosamente nuestros y por supuesto no de Clarín...

Astiz calificó a los organismos de DDHH como "grupos de venganza y rapiña"

 

También acusó a Oyarbide "corrupto". Y dijo que Kirchner dio un "golpe de Estado judicial”.

El marino Alfredo Astiz acusó, en medio del juicio por la llamada Megacausa ESMA, a Oyarbide de “corrupto”.
En medio de una extensa y provocadora declaración, el militar que supo infiltrarse entre las Madres de Plaza de Mayo para delatarlas, calificó a los organismos de derechos humanos de "grupos de persecución, venganza y rapiña".
Y también acusó al ex Presidente Néstor Kirchner de dar un "golpe de Estado judicial”.
Ante una sala casi llena, el imputado se sentó en el banquillo para ampliar su declaración indagatoria. Cuando el juez Leopoldo Bruglia, en ejercicio de la presidencia del Tribunal durante la audiencia, le pidió que diga sus datos personales, respondió provocador: "Soy el Capitán de Fragata de la Armada Argentina, Alfredo Astiz. No voy a responder ninguna otra pregunta".
El juez Bruglia le explicó que debía responder sobre sus datos personales porque es obligatorio, respondió: "Eso es problema de ustedes" a lo que el juez contestó "nuestro y suyo".
Astiz calificó al juicio como un "linchamiento", "ilegítima causa" y dijo que actualmente se vive un "terrorismo judicial" gracias a Néstor Kirchner.
Según el imputado, el ex Presidente Néstor Kirchner dio un "golpe de Estado contra la Corte, reemplazándola por una de facto". Además, lo acusó de ejercer "acciones de gobierno, usando la justicia como arma, hostigamiento y privación ilegal de la libertad", destinadas a sus enemigos.
Y que la actual Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, decidió mantener estas acciones, incluso en actos públicos en "homenaje a los grupos terroristas".
Frente a una sala con presencia de organizaciones como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e H.I.J.O.S, el imputado Astiz volvió a provocar: “Son grupos de persecución, venganza y rapiña".
El Tribunal tuvo que disponer pasar a un cuarto intermedio cuando el imputado Alfredo Astiz provocó a la audiencia: "Cito a un diputado", dijo y miró a la sala, como si estuviera en el recinto del Congreso Nacional: "Que levante la mano acá el que piense que Oyarbide no es corrupto". Volvió a mirar al público y dijo: "Veo que todos piensan igual que yo". Esta provocación generó el enojo unánime de los participantes en la sala, por lo que los jueces decidieron reunirse para resolver cómo debe continuar la declaración del imputado, según reseñó el sitio espaciomemoria.ar.

Paradojas de la democracia en Alemania...



La primera es: Alemania vuelve a enfrentarse a sus neonazis. Pero no se confunda con el título querido lector. Debería ser otro.


Foto: http://anticapitalistes.net/spip.php?article1819